¿Hay que comer siguiendo un orden? ¿Mejor empezar con la fruta o ésta de postre?
Preguntas tan transcendentales ya se las hacía un paisano médico, Juan Fernández Enciso, en el siglo XVII. Esta es la portada de su libro publicado en 1645 y que puede encontrarse digitalizado en la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico del Ministerio de Cultura (si quieres verlo pincha en este enlace). Por él podemos saber qué se comía en Jaén en esta época. Así, según nuestro galeno, las cosas fáciles de digestión, y fáciles de corromperse, o que alargan el vientre son: los huevos asados blandos o mexidos, el caldo ordinario, todas las leches de ovejas, cabras, bacas, o burras. De las hortaliças lechugas, borraças, acelgas, espinacas, armuelles. De las frutas ubas, melones, camuesas, peros, higos, mançanas, duraznos, albarcoques, melocotones. De las carnes pollos, pollas, capones, perdizes, corderos, gaçapos, cabritos, pichones, lechoncillos, carnero, oveja, y otros muchos, que por no cansar ni alargarme no pongo: porque esto es lo mas usual en esta tierra.
Question medica
Bafomet. Miradas desde el Callejón de la Mona 